Si algo debo destacar en el transcurso de mis prácticas formativas es haber tenido la oportunidad de pasar por MakeSpace. De haber tenido la oportunidad de conocer el espacio. De haber tenido la oportunidad de aprender a usar la impresora 3D, sofwares de diseño 2d y 3d, moldeado, corte láser, escaneo de figuras, electrónica... De haber tenido la oportunidad de sumergirme por primera vez en el mundo maker. Pero sobre todo, de haber tenido la oportunidad de conocer a los hacedores del espacio y los Breakers.
Pasar por MakeSpace ha supuesto para mi un primer encuentro con el mundo maker e interés por ello, un aprendizaje intenso y lleno de entusiasmo. No se si será el espacio, sus socios o los mismos Breakers quienes me han suscitado a ese interés pero el caso es que me he sentido como en casa.
Me acuerdo aquel momento en el que mi tutora, Blanca, me informaba por primera vez sobre sus proyectos. En cuanto me habló del movimiento maker enseguida pensé en Hirikilabs. Enseguida pensé en cacharrear, en aprender haciendo, en construir proyectos. Se me iluminaron los ojos y directamente pregunté si podría asistir al curso. A ella también se le iluminaron los ojos, la presencia de una persona de la fundación era esencial para poder valorar el propio proyecto. Me comentó que era un espacio un tanto "hippie", un tanto caótico pero me dio igual. Llegué allá por primera vez y el espacio me enamoró. Era un auténtico garaje, un poco desordenado, lleno de cachivaches y con gente trabajando en pequeños grupos o individualmente, a su rollo. Era mi sitio.
Auto gestión, cooperación y mucho pero que mucho cacharreo.
Desde el primer día a aquí las cosas han ido cambiando, he ido cogiendo confianza con los chavales, con los coordinadores... Si no fuese por que casi no tengo tiempo ni para tomarme un caña ahí estaba cada día creando inventos. De hecho, aunque Breakers termine tengo claro que esto no termina aquí, tengo claro que vovleré a MakeSpace, no se si como socia o de visita pero lo claro es que volveré. No conocía el espacio pero desde un primer momento me he sentido como en casa, no lo puedo echar a perder.
El año que viene mi ritmo de vida será diferente y me tomaré mi tiempo para cacharrear. Estoy deseando de que llegue Septiembre.
Me acuerdo aquel momento en el que mi tutora, Blanca, me informaba por primera vez sobre sus proyectos. En cuanto me habló del movimiento maker enseguida pensé en Hirikilabs. Enseguida pensé en cacharrear, en aprender haciendo, en construir proyectos. Se me iluminaron los ojos y directamente pregunté si podría asistir al curso. A ella también se le iluminaron los ojos, la presencia de una persona de la fundación era esencial para poder valorar el propio proyecto. Me comentó que era un espacio un tanto "hippie", un tanto caótico pero me dio igual. Llegué allá por primera vez y el espacio me enamoró. Era un auténtico garaje, un poco desordenado, lleno de cachivaches y con gente trabajando en pequeños grupos o individualmente, a su rollo. Era mi sitio.
Auto gestión, cooperación y mucho pero que mucho cacharreo.
Desde el primer día a aquí las cosas han ido cambiando, he ido cogiendo confianza con los chavales, con los coordinadores... Si no fuese por que casi no tengo tiempo ni para tomarme un caña ahí estaba cada día creando inventos. De hecho, aunque Breakers termine tengo claro que esto no termina aquí, tengo claro que vovleré a MakeSpace, no se si como socia o de visita pero lo claro es que volveré. No conocía el espacio pero desde un primer momento me he sentido como en casa, no lo puedo echar a perder.
El año que viene mi ritmo de vida será diferente y me tomaré mi tiempo para cacharrear. Estoy deseando de que llegue Septiembre.
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